jueves, 30 de julio de 2009

Soneto III

Es yermo y frío el valle de mi pecho
hastiado de rayuelos y amargura.
Yo aún vivo, mientras la vida dura
caricias dando y besos sin derecho;

Que el centro de mi alma está deshecho;
Que dice que no cree ya en la hermosura.
Yo vivo aún , mientras la vida dura
caricias dando y besos por despecho.

Enamorado soy de un haz de viento
que arrulla en otra costa tan lejana.
Al cabo del desierto estoy sediento

y el agua que desta fuente mana
más que sed roba aún aliento.
Esta amargura siento,
tan temprana.

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